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DESTINOS

LA CUESTA DE MIRANDA UN CAMINO DE ENSUEÑO

La Rioja ofrece caminos increíbles para recorrer, para estar de paso o sencillamente frenar y admirar sin que ninguna prisa nos saque del lugar. Uno de ellos sobre la mítica ruta 40, es la Cuesta de Miranda, un camino lleno de sorpresas visuales.

La Cuesta de Miranda, es un tramo sinuoso de la Ruta Nacional N° 40, que atraviesa el  paso entre la Sierra de Sañogasta y la Sierra de Famatina, famosa por sus minas de oro, siguiendo el ancestral Camino del Inca entre las pintorescas localidades de Chilecito y Villa Unión, camino a San Blas de los Sauce y el límite con la provincia de Catamarca.

Hace unos años transitar la Cuesta de Miranda era una aventura total. El viejo camino de ripio, era muy angosto y empinado, lleno de precipicios y curvas cerradas que provocaban una buena dosis de adrenalina a quienes los transitaran.

Mucho más cerca en el tiempo, ese tramo de la ruta 40 fuer repavimentado, en tanto que su curso fue suavizado, aunque no tanto como para que uno se de cuenta que está en un lugar soñado.

Era famoso por las dificultades que presentaba. Como dijimos, un camino angosto de cornisas que cuelga de las abruptas paredes de la quebrada del río Miranda, que cruzaba   un abra entre las Sierras de Famatina y Sañogasta.

Cualquier viajante debe detener sus marcha en cada recta o en cada curva porque las vistas son verdaderamente sorprendentes. Su altura máxima es de 2.040 metros sobre el nivel del mar.

La fotografía muestra un tramo que se conservó de la "vieja" Ruta 40 en la Cuesta de Miranda tras su pavimentación. El relieve del lugar era tan abrupto que la nueva ruta pavimentada tomó otro recorrido para pasar por este paraje.

El nombre Miranda se debe al primitivo dueño de estas tierras, quien fuera el capitán español Don Juan de Miranda.

El tramo comienza, al sur en Villa Unión con 1.142 metros, ya en Los Tambillos llega a 1.630 m. Luego de Bordo Atravesado baja a 1.475 m en Miranda, al terminar la parte sinuosa del camino. En Nonogasta, en el final del tramo, la altura es de 934 metros.

Si bien se puede visitar la Cuesta de Miranda todo el año, es bueno recordar que en invierno puede nevar y hacer mucho frío, mientras que en verano son posibles las lluvias torrenciales y deslaves. Otoño y Primavera son lo ideal: soleado, seco y no tan caluroso como el verano.

Hasta la próxima... Cuesta.

 

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