La Kristallnacht (La Noche de los Cristales Rotos), fue un violento pogrom antijudío que se desató en Alemania entre el 9 y 10 de noviembre de 1938. Su nombre refiera a la cantidad de vidrios rotos que cubrían las calles alemanas después del pogrom -- vidrios rotos de las ventanas de sinagogas, casas, y negocios judíos saqueados y destrozados durante la violencia.
Los ataques comenzaron por incitación directa de algunos altos funcionarios nazis cuando tomaron conocimiento de la muerte de un representante del gobierno alemán.
Instigadas por sus superiores, violentas patotas de ciudadanos comunes junto con patrullas de asalto de los camisas, atacaron a los judíos y sus bienes a lo largo y ancho del territorio alemán. La violencia se extendió por 48 horas. Los bomberos recibieron órdenes de dejar arder las sinagogas pero proteger las construcciones aledañas. Como consecuencia del pogrom se profanaron cementerios judíos, se destruyeron y se saquearon cerca de 7.500 negocios y hogares judíos, se incendiaron 191 sinagogas y fueron asesinados 91 judíos.
Además, fueron arrestados y enviados a campos de concentración unos 30.000 judíos varones. Murieron durante el confinamiento entre 2500 a 3000 de ellos. Quienes fueron liberados semanas después, tuvieron que emigrar de inmediato.
La Kristallnacht fue un punto de inflexión fundamental en la política antijudía del gobierno nacionalsocialista. Marcó la escalada de una violenta retórica antisemita y una legislación discriminatoria, a un ataque físico, directo y brutal contra los judíos en Alemania. Esta violencia habría de culminar con el exterminio sistemático de los judíos que habitaban veinte países de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.