El próximo 18 de noviembre a partir de las 9 de la mañana se llevará a cabo un encuentro denominado “Clínica de Remo” donde los participantes podrán interiorizarse sobre embarcación, nudos básico de amarre y navegación, los elementos básico para embarcar, seguridad, ubicación, técnica, RCP, alimentación e hidratación, supervivencias, entre otros. Organizado por el Club de Pesca la propuesta intenta contagiar el espíritu aventurero a quienes se acerquen a vivir un día diferente. El encuentro que tiene un costo de 6 mil pesos, se llevará a cabo por segunda vez el próximo 9 de diciembre dándole la posibilidad a quienes no puedan concurrir esta primera vez.
El presidente del Club Jesús Delía explicó que “toda la actividad se desarrollará al aire libre, por lo tanto, en caso de lluvia se pospone, con fecha a confirmar. Cada participante tendrá que llevar su kayac o canoa con sus remos, una soga de 5 metros, ropa liviana, zapatilla y gorra. Al finalizar el segundo encuentro se compartirá un almuerzo para intercambiar la experiencia vivida. Es importante que se preinscriban y puedan consultar más condiciones sobre el evento”, concluyó.
Este paraíso natural está ubicado a 170 Kms. de la Capital Federal por ruta 205, a 20 Kms. de Saladillo. "Las Lagunas de Indio Muerto", son tres en total, la primera cuenta con aproximadamente 500 hectáreas, la segunda muy similar en tamaño y la tercera con casi 1.300. La laguna dispone de 2.500 metros de costa muy accesibles y cómodas que pueden compartirse junto a la familia mientras se degusta un asado.
Un amplio camping recibe a los visitantes con una sombra increíble y hay muchos juegos para los más pequeños. El lugar posee baños provistos de agua fría y caliente y bidet en cada uno de ellos. Además, se suman a la propuesta fogones individuales, quinchos con luz eléctrica que se alquilan y eso permite también acampar por el mismo costo. La proveeduría y cantina permanecerán abiertas y allí se puede adquirir carnada y equipos, entre otras cosas .
Sobre la historia Laguna Indio Muerto
Hay una leyenda instalada en los ciudadanos que relata el autor saladillense Alejandro Mariotto en uno de sus libros, donde cuenta cómo surge el nombre del lugar. “Cuando el arroyo Saladillo era conocido como el “Saladillo chico” y el río Salado como el “Saladillo grande”, a orillas del “Saladillo Chico”, donde hoy está la laguna del “Indio Muerto”, habían armado su choza una pareja de aborígenes que escaparon de su tribu en busca de libertad”. El relato continúa diciendo que Eluney había sido elegida, por el jefe de la tribu, como la futura esposa de su hijo mayor. Pero ella estaba enamorada de Mainque “Cóndor”, con quien soñaba tener hijos y vivir en libertad. Fue por ello que una noche sin luna huyeron de la toldería y enfilaron hacia el sur llegando a la orilla del “Saladillo Chico”, donde se instalaron. Mainque fabricó una canoa y en ella salía a pescar. Luego decidieron planificar la llegada de su primogénito, y cuando Eluney transitaba su séptimo mes de embarazo en pleno invierno Mainque, decidió embarcarse aguas arriba para conseguir buena pesca. Eluney le pidió que no lo hiciera, ella tenía miedo ya que una tormenta se avecinaba. Pasaron varios días sin novedades de Mainque, hasta que aparecieron restos de la canoa. Ella miró al cielo muy enojada y, arrodillada en el suelo barroso, comenzó a llorar desconsoladamente. Lloró sin parar durante nueve días, el cielo se sumó al llanto y la tierra que rodeaba al “Saladillo Chico” empezó a hundirse, junto a ella y al hijo que llevaba en su vientre. En donde estaba la choza hoy está la laguna del “Indio Muerto”. Muchos pescadores aseguraron haber visto, en las noches de tormenta, la silueta de una pareja de aborígenes con su hijo en brazos emergiendo desde el fondo de la laguna”.