A solo 100 kilómetros de la ciudad de San Salvador de Jujuy se encuentra un tesoro natural que deja a sus visitantes sin palabras: las Salinas Grandes, un mar de sal que se extiende sobre 212 km² a unos impresionantes 3,450 metros sobre el nivel del mar. Esta maravilla geográfica, compartida entre las provincias de Jujuy y Salta, ofrece una experiencia única y surrealista, ideal para escapadas de un día.
La experiencia de Salinas Grandes
Caminar sobre la superficie cristalizada de estas salinas es adentrarse en un paisaje de ensueño. El blanco deslumbrante se extiende hasta donde alcanza la vista, formando patrones hexagonales que se desvanecen en el horizonte, todo ello bajo el profundo azul del cielo y las cambiantes formas de las nubes. Es un contraste impresionante entre la aparente inhospitalidad del entorno y la esencialidad de la sal, elemento vital para la vida.
El acceso a este espectáculo natural es sencillo, a través de la RN 52, que atraviesa las Salinas Grandes y continúa hacia el Paso de Jama, límite con Chile. La ruta ofrece un viaje majestuoso, ascendiendo por la Cuesta de Lipán hasta el Abra de Potrerillos y el paso de los Altos del Morado, a 4,170 metros sobre el nivel del mar. Desde este punto, los viajeros son recompensados con una vista panorámica impresionante del altiplano, con las Salinas Grandes brillando en el horizonte.
¿Cómo se forma el salar?
Los salares, ecosistemas frágiles por su escasez de recursos hídricos superficiales, se forman a través de complejos procesos geológicos. En verano, la temperatura alcanza los 28 grados con sorprendentes amplitudes térmicas diurnas y nocturnas. Las lluvias escasas, entre 300 y 400 mm anuales, crean espejismos sobre las salinas, añadiendo un toque mágico a este paisaje surrealista.
La cosecha de sal, un proceso que ocurre entre abril y noviembre, es llevada a cabo por los pobladores en piletones de cristalización. La sal se deja "madurar" durante un año antes de ser cosechada y secada al sol durante un mes. Este antiguo método da como resultado un producto de calidad, que llevó a las Salinas Grandes a ser reconocidas como una de las 7 Maravillas Naturales Argentinas en 2019, según un panel de expertos y el voto popular.
El turismo, con un enfoque en la sostenibilidad y el turismo comunitario, emerge como una esperanza económica para las comunidades locales. Awka Sumaj Sisa Liwen Antiman, fundadora del Centro Educativo de Arte y Cultura Andina Amawta Wasi, destaca el potencial transformador del turismo, convirtiéndolo en una industria amigable con la región.