
En esta edición, 20 restaurantes de Jujuy, Patagonia, Mendoza y Buenos Aires se suman al recorrido y presentan una propuesta que armoniza con las cualidades frescas, livianas y equilibradas del agua Eco de los Andes. Cada preparación pone en valor ingredientes de estación y del territorio, y refuerza la conexión con el origen y el compromiso con la calidad, la trazabilidad y el ambiente.
Eco de los Andes, única agua del país nacida a más de 5.000 metros de altura, en la Cordillera de los Andes, vuelve a tender puentes entre cocineros, regiones e ingredientes, para celebrar la gastronomía desde una mirada auténtica y profundamente argentina. Ecos de Alta Montaña busca generar experiencias en las que el agua potencie, acompañe y realce el sabor y la textura de los productos elegidos.
En Jujuy, donde el tiempo se disfruta con calma y los colores de la tierra se funden con la cultura andina, la cocina ancestral se nutre de maíces, quínoa, papa andina y carne de llama. En El Patio Tilcara, por ejemplo, el cordero quebradeño es el protagonista de un pastel cremoso; mientras que Flor del Pago destaca la llama con habas, queso de cabra y alcauciles. El Hotel Huacalera propone un menú de pasos que incluye lomito de llama con costra de quinua y postre de buñuelos de maíz morado. También hay espacio para sabores frescos como la trucha de Alfarcito, al limón y con timbal de quínoa, que ofrece Maima Café Resto Bar; o la nogala de llama con papas andinas crocantes en El Patio de Hornillos.
En Patagonia, la inmensidad del paisaje se refleja en ingredientes nobles y platos reconfortantes. Ecos de Alta Montaña llega a Neuquén y Bariloche con una propuesta potente y armónica. La Toscana Restaurante ofrece un recorrido completo por la despensa del sur del país entre cordero al horno de barro, ragú de hongos, farinatas con quesos frescos y ensaladas de alcauciles. En TRE Resto de Vinos, el curry de cordero se sirve con arroz aromático y plátano, acompañado por un Pinot Noir de la zona. La trucha vuelve a decir presente -esta vez al hierro y con crema de cúrcuma- en Refugio Knapp; y el ciervo se convierte en medallón con morillas y frutos rojos en La Marmite, un clásico de Bariloche.
Mendoza, el corazón vitivinícola de Argentina y el origen del agua de alta montaña Eco de los Andes, suma a esta edición propuestas que distinguen a su cocina por el uso del fuego, las carnes y los productos de la huerta. En Centauro, el plato "Finca Los Higos" es una verdadera obra viva: más de 19 hojas verdes, puerros, manzanas encurtidas y escabeche de higuera, forman una composición que cambia con cada bocado. La trucha, en versión madurada y al grill, se sirve con papas en tres cocciones en Flor del Desierto; mientras que Galdea Bistro trabaja con boniato al horno, cremoso de ricota y gremolata. Dante Cocina Local propone un menú de pasos que comienza con empanadas y culmina con un ojo de bife con crema de coliflor o una opción vegetariana. En La Gloria Cantina Cool, un risotto de tomates orgánicos con langostinos australes confitados pone en valor los productos locales con un giro contemporáneo.
Por último, Buenos Aires -siempre inquieta- fusiona tradición y vanguardia en cada plato. En Farid las hojas de parra se rellenan con trucha, arroz basmati y queso feta, en una versión de los clásicos dolmas. Laserio Cantina ofrece una carbonada criolla, plato emblemático de la cocina argentina. La Alacena presenta unos tortelletti de ternera con crema de hongos; y Faro Bar, una pesca de temporada con porotos pallares al curry. La creatividad vegetal aparece en Cuatro Perros Un Livin, con un taquito de hongo Melena de León y guasacaca. En Campana, Mercado de Estancia Vigil ofrece una experiencia completa: hummus, focaccias a la leña, figazzas de hongos, panqueque de dulce de leche y copa de vino, en un entorno que celebra los sabores de campo y el producto artesanal.
"Cada nueva edición de Ecos de Alta Montaña es una oportunidad para volver al origen: al de nuestra agua y al de la cocina argentina más auténtica. En esta experiencia, conectamos territorios, cocinas e ingredientes locales, y acompañamos cada plato con un agua que realza los sabores sin intervenir en su esencia", explica Daniela Calzone, Brand Manager de Eco de los Andes.